Escribir poesía en muchos sentidos representa un hecho coyuntural y hasta cierto punto, accidental; lo de verdad trascendente y crucial es vivir poéticamente.
Armando Rojas Guardia. Poeta y ensayista venezolano
Me he enterado esta mañana de su muerte hace ya un par de días. Es una noticia que no ha salido en los medios al menos por los de aquí, ni siquiera en aquellos más especializados, ha tenido que ser hace un rato a través de un email privado que me ha llegado desde Sudamérica, y a pesar de que no lo conocía personalmente he sentido una orfandad como si se hubiera muerto alguien de mi tribu.
Armando Rojas Guardia entró en mi vida hace ya cuatro años sin que él lo supiera, cuando yo estaba, junto a mi compañera Lola Ortiz, por aquel entonces pariendo nuestro proyecto de Escritura Creativa/Expresiva y Arteterapia. Después de barajar varias posibilidades por fin decidimos que la criatura se iba a llamar VIVIR POÉTICAMENTE, algo más que simplemente un nombre bonito, aquellas dos palabras expresaban claramente la intención del nuevo proyecto, y definía lo que entiedo es un estilo de vida, que va mucho más allá de leer y escribir el género literario de la poesía.
Recuerdo que entonces coloqué aquellas dos palabras en el buscador de Google para comprobar quien más las estaba utilizado. Me sorprendió que aquella formula por distintos autores de diversas épocas y precedencias con mayor o menor acierto, pero me llamó especialmente la atención, un artículo titulado ¿Que es vivir poéticamente? Escrito por este poeta y ensayista venezolano actual que yo entonces desconocía. El artículo está magníficamente escrito con un estilo didáctico y divulgador , con un lenguaje cuidado que combinaba el rigor filosófico y la belleza poética, todo además destilando un aroma espiritual y hasta místico. Después descubrí que tenía un libro que se llamaba precisamente VIVIR POÉTICAMENTE editado en USA y que compré a través de internet, donde desarrollaba más las ideas del artículo. Me sorprendió realmente como una persona a la que no conocía de nada, y con la que me separaban miles de kilómetros y vivencias tan diferentes habíamos llegado a conclusiones tan parecidas. Desde entonces se ha convertido en una referencia para nuestros cursos y talleres y para nuestro proyecto en general.
Como he dicho nunca lo llegué a conocer persona, y tengo la seguridad de que apenas estoy empezando a conocer su obra, pero tengo con él esa extraña satisfacción de cuando se descubre a un autor por si mismo, sin intermediarios, como si la vida misma me lo hubiera cruzado en mi camino. Si llegue a contactar con él a través de facebook, dándole a conocer nuestro proyecto, así como el deseo de que en un futuro no descartábamos ir por Venezuela para conocerlo a él y a su país. Y me hubiera gustado realmente ir para allá y haber podido charlar con él, acerca de esa ecuación que compartimos VIVIR POÉTICAMENTE. A falta de esto, su lectura me ha dejado entrever una personalidad compleja a veces hasta la locura, con la que siento muchas empatías. Compartimamos gustos éticos y estéticos, por ejemplo se declaraba discípulo de Ernesto Cardenal, ese otro gran poeta nicaragüense también fallecido recientemente. Viéndolo bien muchas son las similitudes entre ambos, Ernesto creó la comunidad contemplativa en Solentiname y luego se unió a la revolución sandinista donde participó de sus primeros gobiernos como ministro de cultura, para después criticar la deriva autoritaria de Daniel Ortega . Mientras que Armando, por lo que he leído se presenta también como un poeta acribillado de encrucijadas y fronteras, no exentas de sufrimiento personal pero que tan fértiles son para el pensamiento, la poesía y la vida, cristiano y gay, de izquierda pero crítico con el oficialismo chavista, espiritual y activista,…
Esta misma mañana me he enterado también que los familiares, amigos y allegados se habían embarcado en los últimos días en una campaña para recoger dinero para su medicina y tratamiento, lo que no deja de ser una macabra muestra más del sufrimiento de este pueblo hermano venezolano, asolado por las enormes carencias.
He llegado tarde, a participar con una aportación económica y será por ello que como si tuviera una deuda, me he lanzado a escribir este puñado de palabras a modo de homenaje póstumo, a ese poeta que tan bien entendía que es esto de VIVIR POÉTICAMENTE.
Para que puedan disfrutarlo, os dejo aquí además el enlace a ese magnífico artículo ¿Que es vivir poéticamente? uno de los primeros textos subidos a esta web y que a mí me lo descubrió en su faceta de ensayista y que tanto nos ha inspirado en la construcción de nuestro propio proyecto. Ojalá encuentre ahora el sosiego poético que tanto buscó en vida D.E.P.
Paco Doblas 13/07/2020