¡QUE VIVA ZAPATA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE! POÉTICAMENTE POR LOS ALTOS DE CHIAPAS

Entre el 5 y el 9 de septiembre, viajamos por la región de Los Altos de Chiapas, esta entrada quiere resumir en unas pocas palabras e imágenes unas experiencias tan ricas con ingredientes muy variados, presentación literaria y taller VIVIR POÉTICAMENTE, visitas tan contrastadas como; al corazón de espiritualidad maya y el sincretismo religioso de san Juan de Chamula, a una comunidad y municipio zapatista, o la naturaleza desbordante del Cañon del Sumidero.

Así que haré un ejercicio de economía del lenguaje para resumir tanta vivencia.

San Cristobal de las Casas

Nada más pasar Tuxla Gutierrez, capital del Estado, la carretera se empina, el paisaje se reverdece todavía más y la temperatura va pasando del calor tropical al frescor del clima de montaña. Y entonces aparece entre los bosques de niebla nuestro mítico destino, San Cristobal de las Casas, el mayor centro urbano de la región y que fue puesta en el mapa internacional y en el imaginario colectivo de los que luchamos por otro mundo posible el 1 de enero de 1994, cuando un ejercito de mayas con pasamontañas, tomo las calles de la ciudad, justo el día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio entre México, USA y Canada, y como después explicaré un cuarto de siglo después el EZLN, mantiene viva la llama de aquella rebeldía controlando un buen número de comunidades y municipalidades indígenas por estas montañas del sureste mexicano.

Curiosamente la ciudad fue fundada por el conquistador natural de Ciudad Real Diego de Mazariegos, y un conjunto de colonos de diversos orígenes (españoles, mexicas, tlaxcaltecas y mayas) a la cual como era costumbre le puso el nombre de su localidad de origen en España, denominándola Ciudad Real de los Españoles. Tantos kilómetros para regresar a Ciudad Real, bromeábamos Lola y yo.

Nada más llegar nos encontramos con Cecy Limón de Ecosur, nuestra anfitriona y organizadora del taller VIVIR POÉTICAMENTE en San Cristobal y a mi editor en México, Fabián Rivera junto al ilustrador Manuel Mazariegos (curiosamente el mismo apellido del conquistador manchego) de la Editorial Surdavoz.

A pesar de que llevábamos meses de coordinación y trabajo, sólo lo conocía por las redes y el teléfono, y fue una alegría encontrarnos personalmente. Nada más llegar la misma tarde del jueves 5 de septiembre hicimos las presentaciones literarias de mis libros incluyendo la edición Mexicana de Tres Elegías y una paradoja, de la que tengo que agradecer el magnífico trabajo de la Editorial Surdavoz en un tiempo récord.

El viernes 6 fue el momento de la arteterapia, con nuestro taller Yo poético/ yo prosaico, todo un viaje por nuestro Sancho y nuestro Quijote interior. Una experiencia fantastica, gracias al buen hacer de Cecy que se preocupó de la publicidad, el local, los materiales, y de montar un precioso grupo humano. Te estamos muy agradecidos por tu buen hacer y tu cuidado.

Luego el fin de semana (sábado 7 y domingo 8), nos dedicamos a con base en San Cristobal de las Casas, movernos por los alrededores para conocer algunas de las más emblemáticas localidades de esta bella región de Los Altos de Chiapas. Repaso nuestra visitas brevemente.

San Juan Chamula

A tan sólo 10 kilómetros de San Cristobal de la Casas, se encuentra la población de San Juan Chamula uno de los últimos lugares que aun practican la cultura maya. Sus habitantes pertenecen a la etnia cultural y lingüística tzotzil en esta localidad siguen refiriéndose al sol como (jtotik) que en español es padre, y a la Luna como i (jmetik). Cuando llegamos allí el sábado 7 de septiembre hicimos una parada obligatoria en su templo, todo un ejemplo de sorprendente sincretismo religioso, como nos contó nuestro guía 80% maya, 20% cristiano. Sólo tenemos imágenes del exterior, ya que el interior no se puede fotografiar, pero explicaros que la atmósfera mística y mágica que se crea, te traslada a la época precolombina. Un viaje espiritual único.

El caracol zapatista de Oventik y San Andrés Larraizar/Sakachen de los Pobres

Y el domingo 8 como contrapunto visitamos otra experiencia indígena bien distinta, tocó adentrarse en territorio zapatista, a tan sólo una hora y 15 minutos de San Cristobal de las Casas, está el caracol de Oventik. Los Caracoles son, las regiones organizativas de las comunidades autónomas zapatistas. Fueron creados en el 2003 para reemplazar la anterior forma de organización, los Aguascalientes , tras un período de extensa discusión sobre la necesidad de cambiar la relación entre las comunidades, de las comunidades con el EZLN y de las comunidades con el mundo exterior. Aunque parezca increíble, después de un cuarto de siglo, el EZLN sigue controlando amplios territorios, e incluso este verano a logrado “liberar” nuevas zonas MAS INFO.

La experiencia de visitar una comunidad zapatista es única, como veréis en las fotos, las paredes están llenas de arte, poesía y rebeldía solidaria. Todo un sueño poder compartir aunque sea por una horas, como ellos y ellas dicen un mundo donde quepan muchos mundos. Sin embargo, no es algo contrario a la espiritualidad y el sincretismo religioso de los Chamulas que habíamos visto el día anterior, las imágenes de Emiliano Zapata y guerrilleros encapuchados se confunden sin problema con los símbolos religiosos y culturales tzotzil, o con la Virgen de Guadalupe, la virgen indígena puente de las cosmovisiones maya y cristiana. E incluso en alguna de sus representaciones, aparece como veréis ataviada de un pañuelo que cubre su rostro, símbolo del zapatismo.

De vuelta visitamos la Localidad cabecera del municipio San Andrés de Larraizar, el nombre del municipio para los zapatistas es el de Sakamch’en de los Pobres. Sakamch’en es, de hecho, un nombre antiguo del municipio. Los nahuas del centro de México llamaban a esta región: Iztacoztoc que quiere decir caverna blanca, igual que en tsotsil, Cueva blanca. En está localidad, volvimos a ver el sincretismo religioso de San Juan de Cahamula convivir sin ningún problema con toda la simbología zatatista.