El pasado viernes 25 de octubre, volví a Ciudad Real para participar en la lectura colectiva de GEOGRÁFÍAS LITERARIAS, una antología donde hemos participado 21 poetas y 5 prosistas con el que el GRUPO LITERARIO GUADIANA, celebró su 50 cumpleaños ni más ni menos. Aquí os dejo el video con la lectura de mi poema
Desde luego, que es un motivo de celebración que en un mundo como el que nos ha tocado vivir en el que la humanidad camina desgraciadamente por oscuros derroteros muy alejados de la poesía y la palabra, una asociación literaria en una localidad como Ciudad Real, alcance el medio siglo de existencia, convirtiéndose así en una de las más longevas de toda España. Y que lo celebre presentando una interesante muestra sobre la lírica y la narrativa, que actualmente, se escribe en la provincia de Ciudad Real.
El evento cumplió con todas las expectativas, allí estuvimos leyendo los participantes de la antología, compartiendo versos y relatos ante las autoridades locales y un público ávido de literatura.
Pero además a nivel personal mi participación en la antología y mi presencia en el recital también era una forma de cerrar un círculo de mi biografía inmediata. Soy Malagueño pero hasta hace poco más de un año vivía en Ciudad Real. Exactamente entre 2017 y 2023, donde me impliqué en el GRUPO LITERARIO GUADIANA desde el principio a nivel de directiva, y conocí a un buen puñado de poetas y escritores muchos de los cuales se han acabado convirtiendo en verdaderos amigos y amigas.
La vida es camino y como dice el poeta “todo pasa y todo queda”. Y así lo siento yo, por un lado siento que paso aquella etapa manchega desde que hace más de un año volví a mis raíces, aquí en Andalucía y ahora vivo en mi casa de los amaneceres de mi pueblo de Casarabonela en la Sierra de las Nieves malagueña. Pero igualmente siento que todo lo vivido en aquel sextenio Tierra adentro ha quedado en mi alma para siempre. Queda una buena cosecha de versos con los que ando bregando todavía para en el futuro componer quizás mi libro manchego. Quedan los claroscuros de aquellos atardeceres que tanto incendiaron mis ojos, queda algo quijotesco como de locura y galope cruzando la llanura y queda también, como no, un Guadiana de amistad y poesía.
Es por esto que no podía faltar a esa cita del 50 aniversario del GRUPO LITERARIO GUADIANA, una oportunidad única de reencontrarme con mi tribu manchega alrededor de la hoguera de la poesía y la literatura, para cantarnos y contarnos. Ahora desde que me volví a afincar en mi sur, al menos puedo, yo y mis versos aparecer y desaparecer, como dicen precisamente del río Guadiana, de vez en cuando por esa tierra manchega donde tanto he querido y vivido.
P.D. Os dejo aquí también por escrito el poema del video.
EL ÚLTIMO REDUCTO
¿Feliz yo? ¡Pero por quien me ha tomado!
Fernando Fernán Gómez.
Me ha costado montañas de dolor
pero ahora ya sé que la FELICIDAD,
así en grandilocuentes mayúsculas
es un mito, una quimera
con pesada cabeza de león
y débil cuerpo de cabra temblorosa
que apenas arrastra su cola de dragón.
Sé que la FELICIDAD es un país imposible
la eterna derrotada de la historia
porque su reino no es de este mundo
donde toda luz tiene su sombra
y toda belleza tiene su tristeza.
¿Cómo hablar de ser feliz
en este aquí y en este ahora
planeta Tierra, año 22 del siglo 21,
cuando la codicia humana
ha sobrepasado todos los límites
envenenando de grisura los azules,
reventando a la paz en mil pedazos
de odios, guerras y guadañas
convirtiendo las selvas en cenizas
y hasta sacando al mar de sus casillas?
¿Feliz yo, así sin anestesia
sin hacerme el harakiri moral
sin dejar de ser mínimamente humano?
¡Pero por quien me ha tomado!
Yo podría ser tontamente feliz
si no tuviera corazón o conciencia
si desconociera este tiempo atroz
fratricida y ecocida que nos ha tocado.
No, no nos da la vida para la FELICIDAD
no nos alcanza el alma por mucho que estiremos.
La FELICIDAD así escrita
en rotunda y quimérica mayúscula
es cosa de indolentes o de dioses
como la ilusión de un Sol en la noche,
pero al menos nos quedan otras luces
otras pequeñas felicidades titilantes
que así en plural, así fugaces
así infestando con sus brillos esta negrura
al menos nos queda esa hermana menor
que se escribe en humana minúscula
la alegría, la efímera y palpitante alegría
la alegría de la huerta y del alma
siempre democrática
siempre repartida en mil y una flores
en mil una sonrisas y bellezas
Al menos nos queda la rebelde alegría
insurrecta piedra filosofal,
que todo lo convierte en oro
esperanza terminal e indómita
la alegría, la alegre alegría
último reducto del paraíso terrenal.
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