Siempre me han gustado las triadas sobre todo cuando expresan contradicción entre sus términos, la única manera que muchas veces tenemos de intentar abarcar la complejidad. Bienvenidos y bienvenidas a quienes os asomáis a estas palabras, estáis asistiendo a la vez a un parto de esta criatura y a su bautizo con el trinitario nombre de CRÓNICAS, CANTARES Y AULLIDOS.
Si analizamos los tres términos de la ecuación, tenemos por un lado el vocablo crónico que el diccionario define con dos significados por un lado la acepción literaria, relato de hechos históricos ordenados cronológicamente, y por otra la periodística artículo periodístico sobre un tema determinado, de ambas significaciones quiero que beban estos pasajes que ahora inauguro. Hablar de hechos históricos y de periodismo, nos traslada al campo de lo coyuntural, a lo que llamamos actualidad, esas noticias que viajan enloquecidas por las redes hasta nuestras pantallas y que son como olas golpeando el casco de nuestro barco, sin que de tiempo a veces a reflexionarlas y procesarlas mínimamente. Y también nos evoca de inmediato eso que llamamos objetividad y que aunque es bueno reconocer que no deja de ser un mito inalcanzable, también es igualmente importante saber que la intención de alcanzar esa objetividad es una condición imprescindible si se quiere tener una mirada limpia sobre la realidad y buscar caminos fundamentados y razonables a las encrucijadas que la vida nos va enfrentando.
Y luego al otro lado del fiel de la balanza tenemos otras dos palabras que están en tensión entre ellas como veremos pero que ambas que se alejan del periodismo para adentrarse en el campo de lo poético. Por que al fin y al cabo, podríamos decir que la poesía, es una suerte de híbrido entre el canto y el aullido, capaz de transmitir tanto la más rabiosa belleza como el desgarro más pavoroso. La escritura poética por contraste con la periodística, incluso aun cuando aborda temas de actualidad, lo hace con un ojo en lo eterno, la buena poesía siempre encierra de alguna sutil manera las grandes preguntas que nos venimos haciendo desde el afloramiento de nuestra conciencia como especie humana. Pero además es la voz más personal y subjetiva del poeta, esa que nace de las vísceras. En el periodismo lo emocional se ve como mínimo con suspicacia, por eso de que se lo ve incompatible con la necesaria objetividad, sin embargo, me es imposible imaginar una poesía sin emoción.
Yo, aunque soy esencialmente poeta lo sé, nunca he sido de esos poetas que construyen con sus versos un mundo paralelo y mágico de unicornios y musas, a mí el mundo que me interesa es este por donde mis pasos andan, desde mi entorno más local y mi tribu más cercana hasta toda esta bolita azul hecha de agua y tierra donde habita la humanidad y la vida entera. En ese sentido mis temas a veces están cerca del periodismo y la noticia, pero sin dejar por ello de ser poesía, ahí está el reto.
Nunca he sido un buen escritor por encargo, a no ser que el encargo coincida con mi pálpito, solo puedo escribir de aquellas cosas que tienen la capacidad de terremotearme las entrañas. La poesía siempre ha sido mi forma más genuina de expresarme, de decir la mía ante este entorno bello y tiránico. Así que honestamente en el fondo ésta criatura que ahora nace responde realmente a una necesidad mía de construirme una atalaya a la que asomarme para contar, cantar y aullar a los cuatro vientos, una excusa para meterme en todos los charcos, un espacio de libertad que me quiero regalar para opinar sobre lo humano y lo divino, lo eterno y lo coyuntural, lo prosaico y lo poético, desde la emoción y desde la razón, con un pie con enraizado en esta tierra dura y otro pie con alas para poder alzarme a las estrellas.
Poco más os puedo decir, la criatura acaba de nacer y empieza a andar con este primer texto, pero hay mucho camino que tendrá que ir haciendo al andar. De momento ira saliendo en el diario digital MI CIUDAD REAL al que agradezco de corazón el ofrecimiento generoso de este espacio y en la web de la Asociación VIVIR POÉTICAMENTE,[1] aunque no renuncio a otros balcones. No tengo muy clara la periodicidad dejémosla de momento en de “higos a brevas”, ni la extensión, aunque será siempre corta, no más que este primer texto. Y eso sí una característica importante, va a ser su carácter híbrido en el que siempre buscaré combinar el contar con el cantar, la prosa con el verso,… Así que veréis como en un momento dado abandonaré la horizontalidad prosaica del ancho de la página y el texto se fragmentará y estrechará buscando la verticalidad de los versos.
Y eso es lo que ahora pretendo hacer como colofón a esta primera entrega, traeros en este caso un romance que escribí hace ya más de tres años, cuando este lobo andaluz llegó por estas tierras de Don Quijote, símbolo de la locura utópica y solidaria. Valga este primer poema como carta de presentación mía personal y de mi aquí, este trozo de humanidad concreta por donde mis pies andan y de mi ahora este tiempo que me ha tocado de pandemia y estupor, pero también de belleza y de esperanza todavía. Este poema quiere ser además más que nunca una acción de gracias, en estos días en que la vida se abre paso.
DOS CIUDADES, DOS AMANTES.
A Lola,
mi compañera de sueños
que fue la ola
que me llevó tierra adentro
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En un lugar de La Mancha
huelo la tierra mojada
y huele a hierba el jardín
yo escribo versos de agua
¿Y la mar? Se quedo lejos
con su olor a espuma blanca
con su sonido de olas
acariciando las calas
Yo que nací frente al mar
de Málaga con su luz
avistando un horizonte
de un enrabietado azul
Yo que nací entre los montes
que llegan hasta la playa
¿cómo he llegado a este llano
de meseta castellana?
Fue la vida con sus vientos
la que me trajo hasta aquí
y me arrastró tierra dentro
con sus ansias de vivir
Fue tu corazón mujer
con su sueño y su latido
la que me marco este rumbo
la que me trajo contigo
Mi jábega malagueña
navegó la tierra seca
y cruzo Despeñaperros
hasta la tierra manchega
Y aquí puse mi bandera
aquí reinvente mi patria
a la orilla de tu piel
en la arena de tu playa
De vez en cuando mis pasos
desandan la geografía
de Ciudad Real a Málaga
para respirar su vida
Yo vivo entre dos ciudades
que es lo mismo que querer
como decía el bolero
dos mujeres a la vez
Sin embargo no estoy loco
disfruto dos energías
bebo de dos manantiales
La Mancha y Andalucía
Yo que fui río de montaña
de agua despeñada y brava
he llegado a este remanso
de belleza castellana
En paz escribiendo versos
en esta tarde encendida
me siento como Machado
en sus Campos de Castilla
Tengo lo que necesito
para sanar mis heridas
yo vivo con dos amantes
contigo y con la poesía.
En Las Casas Ciudad Real 18 / 02 / 2021
[1] Conoce el Diario Digital Ciudadano de la provincia de Ciudad Real en https://www.miciudadreal.es/ y a la asociación VIVIR POÉTICAMENTE en www.poeticamente.es
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